martes, 27 de marzo de 2012

Consecuencias

Últimamente las palabras no combinan con las que tienen al lado, últimamente pienso bastante y expreso sólo ciertas cosas . Nunca digo todo lo que sé, a veces me miento, otras me mienten. Grito cada vez que los sentimientos no quieren esconderse más en mí, me escondo en mi silencio cada vez que los reprimo y entonces vuelvo a pensar que no encuentro nada más irónico que lo inexistente de la realidad de un lazo, nada más dañino que la confianza que deposito en seres poco leales, nada más ingenuo que besar con los ojos cerrados y caigo en cuenta que no tengo nada más puro, que el recuerdo de los más de 10 colores que solía pintarle al arcoiris antes de creer ser grande.
Hace casi una semana que no lloro y creo que mi almohada está cansada de escucharme dudar, los zancudos que tanto odio suelen preocuparse por mi y me zumban al oído para decir que me acompañan; sin embargo, yo quiero estar sola. Es entonces cuando dejo dormir a mi almohada y me entretengo cazando a mi momentaneo buen amigo; para luego retornar a mi punto de vista o emigrar al opuesto.