domingo, 23 de diciembre de 2012

C'est la vie

Mi inherente necesidad de comunicarme me hace escribir sin rumbo, me crea preguntas rebosantes de esperanza, rebosantes de futuro.
Estoy casi a punto de crear un dios  personal, un dios tan falso como el de los demás para mí, tan real que podré colgar de su inexistencia mi ser.
No quiero escribir ni quiero correr, dejé de guardar deseos, todos los puse en venta, subaste cada sentimiento, borré por completo las huellas y me deshice de mis ganas de volver.
Entonces he convencido a mi alma de correr libre y lejos de ti, he sobornado a mis instintos autodestructivos para mantener completa mi sonrisa, luego he despertado mis sueños más esperanzados. Sabiendo todo esto igual no has vuelto.
Ahora espero girasoles de otras manos, ahora distintas voces me hacen reír, ahora me da pena darme cuenta de que he luchado contra mi más concurrido pensamiento y me entristece saber que considero dar una probable oportunidad.

viernes, 21 de diciembre de 2012

Pocas veces suele pasar que la pena es tan grande que olvida ser musa y se torna tan solo en lágrimas sin sentido, infinitamente tristes, tristemente infinitas.
Me pregunto que hacer, a dónde quiero ir y no tengo una respuesta exacta, sé que quiero ir lejos, realmente lejos, donde no lleguen recuerdos ni aquellas nostalgias que no existen, quiero ir sola y contigo, quiero realmente dejarte y que tu insistas, quiero pensar que no me quieres y que te alíes con el mundo para demostrarme que sí; pero no puedes, no habrá nadie a tu favor, ni siquiera tu. 
No puedes convencerme, entonces yo me reafirmo en mi lugar, sin nadie que me acompañe a llorar por nada, con solo una persona que quiero a mi lado bajo la lluvia y justamente no estás. 
Una vez más decidí marcharme. Todo esto por mi momentáneo amor propio.

Luego pienso,
A veces lo que mas necesitas es justo lo que no tienes, entonces llega la noche para asentar la soledad...