domingo, 20 de enero de 2013

He descubierto un abismo, he encontrado un demonio disfrazado de ángel; de aquel ángel blanco que toma mi mano. No sé que estoy haciendo, ni porque decidí todo esto si al final soy yo.

Estoy entendiendo las 500 noches y el pedido de una charla tranquila.

Aún creo que hay algo hermoso en esperar, justo en eso, en la esperanza.

A Pesar de que alguien me diga que hace tiempo que no me quieres, que me hagan reconocer que dejaste de cuidarme. Ya no lo sé, quizás sea cierto, probablemente lo es. A lo mejor no.

No quiero seguir aquí, pidiéndote que no me arriesgues, hablándote aunque no escuches.

He comprendido todos mis errores y soy consciente que tengo vida para cambiarlos.

miércoles, 16 de enero de 2013

No es exactamente miedo, no guarda relación del todo con la tristeza, es más bien tu ausencia siempre tan presente a mi lado, es probablemente la nostalgia de ir aceptando la inevitable distancia. Llegué a ser títere después de tanto haber maniobrado, no me parece malo, menos aún me parece bueno; es tan solo una experiencia de la cual aprender, con la cual seguramente cumpliré mi compromiso de romper con la relatividad del nunca más.

Tengo un par de quejas y un par de pedidos reposando impacientes tocar tu oído, no las puedo cargar más,  no quiero empezar a interpretar el silencio.
He de pensar frente al mar.

Quizá deba meditar un poco más, perderme dentro de esa denominada, redundante e irónicamente, abstracción de pensamientos, debo definir el amor aunque algún libro haya grabado en mi mente alguna vez que definir es limitar y que el amor no tiene límites. Sin embargo creo que miente, estoy descubriendo que el límite es el final.

martes, 8 de enero de 2013

9 días

Estoy esperando que vengan las ideas, estoy tratando de escribir para sentirme mejor.
Hoy no he llorado pero mantengo perennemente en mi pecho el adios, no quiero verte más, está vez es cierto. No quiero que insistas, muero porque no llames... Únicamente porque no has llamado. Quiero pasar por tu calle y no encontrarme contigo, te conozco, felizmente no quiero verte, así quisiera no estarías.

Estoy recordando, te estoy comparando y concuerdo conmigo, no eres lo que quiero, nunca lo has sido, estás tan lejos de que podamos ser...

Estoy perdiendo mi tiempo, sólo yo, sólo yo porque soy quién busca una utopía, tu tienes bien claro que no me ayudarás a tenerla. Pero no te odio, yo no odio, sólo pretendo dejar de pensarte, terminar de restarte importancia y retirar cada palabra de estos últimos nuevos días.


Es todo esto, o es que sólo estoy cansada.