domingo, 20 de enero de 2013

He descubierto un abismo, he encontrado un demonio disfrazado de ángel; de aquel ángel blanco que toma mi mano. No sé que estoy haciendo, ni porque decidí todo esto si al final soy yo.

Estoy entendiendo las 500 noches y el pedido de una charla tranquila.

Aún creo que hay algo hermoso en esperar, justo en eso, en la esperanza.

A Pesar de que alguien me diga que hace tiempo que no me quieres, que me hagan reconocer que dejaste de cuidarme. Ya no lo sé, quizás sea cierto, probablemente lo es. A lo mejor no.

No quiero seguir aquí, pidiéndote que no me arriesgues, hablándote aunque no escuches.

He comprendido todos mis errores y soy consciente que tengo vida para cambiarlos.

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